Tratamiento superficial simple tipo CRS-2 con polímero, gravilla 3/8″, neblina CS-1H y arena fina: una solución técnica para pavimentos

Cuando se trata de mantener o mejorar la funcionalidad de un camino con tráfico moderado, un tratamiento superficial bien aplicado puede marcar la diferencia. En OTZI SPA nos especializamos en estas intervenciones.

Tratamiento superficial tipo CRS-2 con polímero, gravilla y neblina en obra vial

En un proyecto vial reciente, se planteó aplicar un tratamiento superficial simple conforme a las especificaciones técnicas vigentes. La propuesta contempla:

  • La utilización de una emulsión CRS-2 modificada con polímero, seguida de la aplicación de gravilla de tamaño TM 3/8”.
  • Posteriormente, se realizará un riego de neblina con emulsión asfáltica tipo CS-1H, cuya función es complementar el ligamiento entre la capa tratada y el agregado.
  • Como etapa final, se prevé la distribución de arena fina, conforme a los requerimientos establecidos en el ítem 5.407 del Manual de Carreteras.

Ventajas de esta metodología

Este esquema de intervención ofrece varios beneficios técnicos para la conservación de pavimentos:

  1. La emulsión CRS-2 con polímero mejora la adherencia entre la fase asfáltica y la gravilla, aportando mayor resistencia frente al tráfico y a cambios climáticos.
  2. La gravilla 3/8” proporciona una capa de agregado agregado granular con buenas propiedades de interbloqueo, esencial para el desempeño del tratamiento.
  3. El riego de neblina con CS-1H refuerza la liga superficial, ayuda a sellar imperfecciones y estabiliza el agregado.
  4. La capa de arena fina actúa como acabado y protección complementaria, ajustándose a los requerimientos formales del Manual de Carreteras.

Requisitos técnicos y consideraciones

Para que el tratamiento funcione correctamente, es indispensable:

  • Que la superficie esté debidamente preparada: limpia, sin polvo, libre de material suelto o defectos estructurales.
  • Control adecuado de las dosis de emulsión y agregado, según estudios de laboratorio previos.
  • Aplicación oportuna de la gravilla y compactación inmediata, para evitar desplazamientos del agregado.
  • Condiciones climáticas favorables: evitar lluvias, humedades excesivas o temperaturas muy bajas al momento de aplicación.
  • Supervisión constante durante todo el proceso, verificando adherencia, uniformidad y calidad del acabado final.

Este tipo de tratamiento resulta óptimo para obras viales que buscan mantener la funcionalidad del pavimento sin recurrir a reasfaltados completos, especialmente cuando la estructura base aún conserva buen estado.

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