La llegada del invierno en Chile suele ser sinónimo de ralentización o detención de muchas obras viales, especialmente aquellas que involucran tratamientos superficiales. La creencia general es que las bajas temperaturas, la humedad y las lluvias hacen inviable la aplicación de emulsiones asfálticas. Sin embargo, con la planificación adecuada, el conocimiento técnico y los materiales correctos, es posible avanzar en los proyectos y minimizar los retrasos estacionales.
Entender cómo reaccionan los materiales al clima y qué protocolos seguir es clave para no detener la productividad y cumplir con los plazos contractuales, incluso en las condiciones más desafiantes.
El Desafío de la Temperatura y la Humedad
El principal obstáculo es el proceso de “quiebre” de la emulsión asfáltica en invierno. Este fenómeno, donde las gotas de asfalto se separan del agua para adherirse al árido y a la superficie, depende directamente de la evaporación. Las bajas temperaturas y la alta humedad ambiental ralentizan drásticamente esta evaporación. Un quiebre lento o incompleto resulta en una mala adherencia, aumentando el riesgo de desprendimiento del árido por el paso de los vehículos y comprometiendo la durabilidad de todo el tratamiento. Para tomar decisiones informadas, es indispensable monitorear constantemente los pronósticos de la Dirección Meteorológica de Chile.
Selección de la Emulsión: No Todas Sirven para el Invierno
No todas las emulsiones son iguales. Para trabajos en invierno, es fundamental seleccionar una emulsión específicamente diseñada para condiciones adversas. Generalmente, se prefieren las emulsiones catiónicas de quiebre medio o controlado (CRS o CSS), que tienen una mayor reactividad química con los áridos, dependiendo menos de la evaporación. Es crucial revisar la ficha técnica de la emulsión asfáltica a
utilizar y asegurar que su rango de temperatura de aplicación sea compatible con las condiciones esperadas en terreno.
Protocolos de Ejecución para Clima Adverso
Para mitigar los riesgos del trabajo con emulsiones asfálticas en invierno, se deben implementar protocolos estrictos:
- Medir la temperatura de la superficie: La temperatura del pavimento es más
importante que la del aire. No se recomienda aplicar emulsiones si la superficie
está por debajo de los 10°C y en ascenso. - Planificar la jornada: Realizar los trabajos durante las horas de mayor
temperatura del día (generalmente entre las 11:00 y las 15:00 hrs). - Controlar la humedad: Evitar la aplicación sobre superficies húmedas o con
amenaza de lluvia inminente. - Asegurar el curado: Considerar que los tiempos de curado serán más largos. Se
debe restringir el tránsito vehicular por más tiempo del que se requeriría en
verano.
Cumplir con estos puntos es vital, y en muchos casos, están regulados por las normativas de vialidad para asegurar la calidad de las obras públicas.
Sí, es totalmente posible, pero requiere una planificación cuidadosa, la selección de emulsiones específicas para clima adverso y la aplicación de protocolos estrictos para garantizar la correcta adherencia y durabilidad del tratamiento.
El principal desafío es el proceso de “quiebre” de la emulsión. Las bajas temperaturas y la alta humedad ambiental ralentizan la evaporación del agua, impidiendo que el asfalto se separe y se adhiera correctamente al árido y al pavimento, lo que puede causar fallas prematuras.
No. Para trabajos en invierno se deben seleccionar emulsiones diseñadas para estas condiciones, generalmente emulsiones catiónicas de quiebre medio o controlado (CRS o CSS), ya que su adherencia depende más de una reacción química que de la evaporación.
La temperatura crítica es la de la superficie del pavimento, no la del aire. No se recomienda aplicar la emulsión si la superficie está por debajo de los 10°C y no tiene una tendencia al alza.